Nuna sabe leer la mente


A veces alguien nos dice alguna frase o hace algún gesto que nos hace sentir mal. En muchas ocasiones no sabemos gestionar esas situaciones, y evidentemente a un niño todavía le cuesta más.

Y es que a veces no decimos lo que pensamos, no pensamos lo que decimos y además solemos ocultar sentimientos que creemos que pueden mostrar nuestra debilidad y vulnerabilidad.

Esto es lo que le ocurre a la protagonista de esta historia.


En el colegio un niño le dice a Nuna una frase, que aunque ella no sabe muy bien lo que significa, no le sienta bien y se siente insultada. 

- ¡Tienes piernas de flamenco!

Cuando llega a casa se lo cuenta a su madre y tras un abrazo de comprensión le dice que ella tiene la solución: unas gafas mágicas que le ayudaran a descubrir algunas cosas. 


Sorprendida al ponerse esas gafas fue capaz de entender algunas de las cosas que pasan a su alrededor porque consiguió ver lo que la gente pensaba de verdad.



Cuando al día siguiente volvió a clase, se puso sus gafas y miró al niño que le había dicho que tenía piernas de flamenco entendió lo que quería decir en realidad. No sabía decirle que le gustaba, y era más fácil decir algo que sonara mal que algo bonito como: Cuando estoy contigo todo se vuelve rosa o Soy tan listo que hasta se qué es un flamenco.


Allí comenzó su gran investigación y pudo comprobar que normalmente detrás de una frase malsonante había un sentimiento que mostraba amor, debilidad, envidia...

Algo ocurría con las palabras cuando tenían que salir. Así que decidió actuar de manera activa en ese tipo de situaciones. 

Por eso, ya sin gafas le dijo al niño lo que pensaba de él además de pedirle que no volviera a decirle nada que le hiriera.


Y esa magia que comenzó a hacer gracias a las gafas, se dio cuenta que ya la tenía sin ellas. 



Nadie cayó en la cuenta, que dejándolas en el jardín alguien más las encontraría y les daría uso.


De una manera sencilla y adaptada al público infantil, Nuna sabe leer la mente trata un tema profundo e importante.

Desde el sentimiento de dolor al escuchar algo que nos molesta, al acompañamiento por parte del adulto para gestionar este tipo de situaciones, la capacidad de ver más allá de las palabras, la empatía y el entender el porqué el otro actúa así, la asertividad, la muestra de afectos en casa, la capacidad de verbalizar lo que no nos gusta, marcar nuestro espacio... Todos estos aspectos son muy importantes para tener un equilibrio emocional y todos aparecen reflejados en el libro.

De nada sirve si un niño llega a casa diciendo que un amigo le ha insultado y la respuesta del padre o madre es: pues haz lo mismo. De nada sirve tampoco que en el centro escolar sea el docente el que gestione y solucione estos conflictos a través de la exigencia de un beso, un perdón o un castigo. En ambos casos podemos generar más conflictos e incluso que el niño deje de contar este tipo de burlas o en terminos mayores agresiones. 

Es necesario enseñar a los niños a encauzar ese tipo de situaciones haciéndoles participes, favoreciendo el hablar con claridad de los sentimientos, intentando respetar las emociones de los demás, y dejando florecer las propias. Y también es necesario trabajas las habilidades sociales tan importantes en nuestras relaciones y por otro lado la autoestima, tan necesaria para no dejarnos pisar.

Las ilustraciones juegan mucho con los símbolos. Las gafas son una parte de un pompero, y esas burbujas son las que aparecen en los bocadillos que Nuna ve cuando lleva sus gafas puestas. Burbujas, algo volátil que se puede esfumar, algo frágil, pero que está ahí, que es algo bonito. Las gafas es la enseñanza que le ofrece su madre, poco a poco, la interioriza y ella es capaz de "ver" lo que pasa en determinadas situaciones sin necesidad de llevarlas puestas.

En la guarda trasera encontramos al amigo de Nuna de nuevo.


Es un libro precioso por lo que cuenta y por como lo cuenta, que permite trabajar de una manera cercana los problemas que los niños se encuentran en su día a día.

Nuna sabe leer la mente
Orit Gidali / Aya Gordon - Noy
BiraBiro, 2016

Tapa dura
Medidas  21,5 x 24 cm 
32 páginas.
ISBN: 978-84-16490-29-5
Edad recomendada: 3-6 años, 6-9 años.

Ideas de actividades: (ver las actividades comunes)
  • Mostrar a los niños imágenes de diferentes emociones y pedir a los niños que nos explique cómo creen que se sienten esos personajes y qué situaciones han podido provocarlo.
  • Hacer una dinámica en la que cada niño le diga algo bonito o algo que le guste de él al niño que tiene al lado.
  • Pensar en cómo nos sentimos si alguien nos dice algo que nos molesta. Y pensar también en posibles respuestas.
  • Hacer un listado de frases que nos hacen sentir bien.
  • Prepararnos unas gafas mágicas que nos ayuden a leer la mente.
Enlaces de interés: 

Ficha del libro por parte de la Editorial.

Aquí podéis encontrar una muestra del libro.

Blog de la autora.

Web ilustradora.




Lorena Vázquez

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